Oficialmente me quedan dos días para irme de vacaciones: hoy y mañana.
Extraoficialmente he de reconocer que vendré al despacho lunes y martes de la semana que viene… Tengo esa extraña necesidad de comprobar que todo queda en su sitio, que las cosas que voy a olvidar en el mes de descanso que se acerca cada vez más están debidamente apuntadas, que nada urgente o importante está sin hacer…, bla bla bla… Workalcoholic lo llaman algunos…
Y entonces, desde hace unas semanas, solo pienso en el día 3… En coger el coche que he alquilado y largarme… Pienso en abandonar esta ciudad, en perderla de vista, en olvidar su calor, su estrés, su agobio, sus malas vibraciones, sus recuerdos estúpidos, sus dolores, sus fantasmas, sus borrones… Pienso en la cuenta nueva…
Pienso en la sensación de libertad que me dará bajar mi maleta al portal, parar un taxi, decirle que me lleve a la oficina de alquiler de coches, hacer los dichosos trámites y decir: «Adiós!!!!!! Me voy de vacaciones!!!!!!». Entonces cogeré ese cochecito que me recordará a mi amiga Marta y a quien fue víctima de sus hierros hace poco tiempo, y… Voilà!!!!! Au revoir, Madrid!!!!!!
Pienso en coger la A6, esa carretera que tan buenos momentos me hizo vivir, en poner la radio a todo volumen durante unos segundos (siempre me hace ilusión hacerlo, pero solo los aguanto eso, unos segundos…) y decir «Ueeeeeeeeeeeeeeee!!!!!! Al finnnnnnnnn!!!!!!!!!!»
Pienso en prestar atención al carril central… Estará abierto???? Quizá no… Porque el día 3 no se va nadie… Solo yo porque tengo esa extraña necesidad de…
Pienso en ese bar de carretera… En los camioneros… En la cara del señor que me preguntará: «Qué? Por fin vacaciones, no???». Y pienso en mi sonrisa… O en mis ojos sonriendo… Porque tendré la boca llena de un trozo de bocata de lomo con queso y no podré articular palabra…
Pienso en volver a coger el coche… En pasar por Orbita… Seguro que esta vez ya no me sube esa cosa rara por el estómago al ver el cartel… Quizá esta vez paro… Nunca lo hice con él. A lo mejor es que tenía que hacerlo sola… Y cuántos km me quedan… Qué importa!!!???!!! Estoy de vacacionessssssss!!!!!!!
Pienso en ese cartel azul que anuncia la llegada a mi tierra… En ese puente que se ve a lo lejos… Pienso en todo el verde que me rodeará y en esos fantásticos acantilados…
Pienso en llegar a Lugo… En pasar por delante de la oficina de mi padre y recordar… Y en subir esa cuesta, ver la estación de tren de reojo, seguir subiendo y encontrarme la muralla que tanto me gusta y tan poco visito…
Pienso en llegar a mi casa, y volver a olerla, y volver a sentir que es mi casa… Y pienso en pensar que solo una hora y media me separa de mi querido Ribadeo, de su tranquilidad, de horas de charlas, de horas de playa, de horas de cañas y copas, de horas de buena comida, de horas de sol, de horas de mar, de horas de «nordés», de horas de saludos, de horas de reencuentros…
Pienso en esa paz interior que tanto necesito y que tan poco me ha acompañado en lo que llevamos de curso…