Darse cuenta de que no le importas no es fácil. Darse cuenta de que le importaste y de que ya no es así, lo es mucho menos…
La vida no es fácil, lo sé. Pero a veces es tan difícil…
Parece que en cuestiones de amor siempre hay un después, sobre todo a nuestra edad, cuando «aún tienes toda la vida por delante o el mundo a tus pies».
Pero no es tan sencillo. Ojalá.
Crees. Confías. Construyes. Sueñas.
Volveré a creer, volveré a confiar, volveré a construir, volveré a soñar.
Pero creeré, confiaré, construiré y soñaré siendo la portagonista, y no una muñeca que se deja llevar con los ojos vendados.
(Mayo de 2010).-