Orange.-

Publicado: julio 16, 2014 en Hasta las narices.-

He decidido crear una nueva categoría en el blog por la cantidad de cosas que me pasan (y que imagino que también os pasan a vosotros), que me cabrean, y ante las que normalmente, aunque cada vez menos, me callo.

La categoría se va a llamar «Hasta las narices», porque así es como estoy, hasta las narices.

Como sabéis, he trasladado mi residencia a A Coruña y, claro, en Madrid tenía internet y con Orange.

Por no hacer un estudio de mercado y averiguar qué compañía me ofrecía mejores y más baratos servicios (primer error), llamé a Orange para preguntar qué había que hacer para tramitar un traslado de domicilio. Me lo explicaron y, primer dato relevante, me dijeron que tenía que llevarme mi router de Madrid a A Coruña y que luego un técnico vendría a activarlo aquí.

Así lo hice y así fue: me lo traje y un técnico lo activó.

En el ínterin pasaron varias cosas «simpáticas»:

i) Me llegó un mail de Orange dándome las gracias por contratar mi ADLS con ellos.

ii) Me llegó un segundo mail de Orange diciéndome que lamentaban mi decisión de causar baja en la compañía.

iii) Me llegó un paquete a una oficina de Correos que remitía Orange.

Pues bien, cuando el técnico vino a mi casa le pregunté si él sabía qué podía ser ese paquete que me remitía Orange, y me dijo que probablemente sería un router. Y le hice la pregunta que tocaba: pero si yo ya tengo este, el que acabas de activar, por qué me envían otro? Pues porque no se enteran, pero quédatelo y así, si alguna vez te falla este, tienes otro de repuesto, me contestó.

El caso es que me fui a Correos y recogí el paquetito (segundo error) y, efectivamente, era un router.

Me lo llevé a mi casa y lo metí en un mueble.

Y entonces volvieron a suceder cosas «simpáticas»:

i) Me llamó una chica de Orange para decirme que sentía mucho que me hubiera dado de baja y para preguntarme cuándo podían pasar por mi casa a recoger el router. Le expliqué que yo no me había dado de baja, que lo que había hecho era un cambio de domicilio, y le pregunté qué router querían recoger. Se sorprendió y luego me dijo que recogerían el nuevo y que me llamarían antes para quedar y recuperarlo.

ii) Esta mañana me llamó un chico de mensajería para decirme que estaba en el portal para recoger el router. Le dije que yo no estaba allí y entonces me preguntó cuándo podía pasar. Le pedí que mañana entre las 11 y 11.30 y me dijo que necesitaba un margen de 3 horas. Le expliqué que yo no podía estar 3 horas en casa esperando a que aparecieran y me propuso que lo dejara en una oficina  del INE que hay cerca de casa.

iii) Me fui al INE (tercer error) y, con cara de coña, les expliqué lo que el chico me había dicho. Como me esperaba, fliparon. Desde allí llamé al chico, le expliqué la situación y le dije que como ellos, empresa de mensajería, no tienen la culpa de nada, que yo no devolvía el router y que ya vendría Orange a reclamármelo (primer acierto).

Así que en esas estoy… Esperando a que Orange, que me dio un router para luego pedirme que se lo devolviera, haga las gestiones que estime convenientes para recuperarlo, porque yo ya he recibido varios mails y llamadas sin sentido y ya me he dado unos cuantos paseos por algo que, en realidad, les interesa a ellos y no a mí.

Ea.

comentarios
  1. Manolo dice:

    Hace cincuenta y tanto años, el Presidente de los USA, Mr. Kennedy, dijo esto:

    “Consumidores, por definición, somos todos. Son el grupo mayoritario de la economía, afectando y
    siendo afectados por la práctica totalidad de las decisiones económicas públicas y privadas. Dos tercios del gasto total en la economía provienen de los consumidores. Pero son el único grupo importante en la economía que no están organizados eficazmente, cuya opinión es a menudo ignorada…»
    (el resto está aquí http://consumeralia.ausbanc.com/PDF/Documentos/Documento_174.pdf)

    Hace unos días se presenta en mi casa (¡en horas de siesta, si es que ya no respetan nada!), un joven repeinado con una Tablet en la que se veía la imagen de un factura de la luz. Me pregunta si mis facturas son como esa. Al decirle que sí, empieza a soltarme el rollo de cambiar la facturación. Pero, según empieza, le corto el rollo pidiéndole que se identifique. Me enseña una tarjeta, con un número de identificación y le digo que voy a ponerme en contacto con mi compañía suministradora para cotejar datos (Identidad y legalidad de la promoción). Que luego hablaríamos. En la compañía me dicen que no hay ninguna campaña en marcha. El joven repeinado, que había quedado en volver, no apareció. ¡Qué raro!

    Como ves, y como sufres/sufrimos, el consumidor sigue estando desvalido frente a las grandes empresas. Y frente a ese abuso, el gobierno de turno podría ser más eficaz. Basta con poner las normas correspondientes y que empiecen a caer multas a los que incumplan.

    Salud y feliz año.

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