Todo lo que nos gusta.-

Publicado: noviembre 16, 2011 en Reflexiones cotidianas.-

Acabo de escuchar «todo lo que nos gusta nos va a matar mañana», que es el principio de la canción «Todo lo que nos gusta» de Sidonie.

Y, para variar, me he quedado pensando en la idea.

Recuerdo perfectamente cómo a los 18, a los 20 años, la idea de dañar mi salud con el tabaco ni se me pasaba por la cabeza o bueno, miento, solo pasaba por mi cabeza cada vez que alguno de mis padres, cigarro en mano, me decía que tenía que dejar de fumar, o cada vez que los padres de Mou me preguntaban: «Qué? Cuándo lo dejamos?». El resto del tiempo fumar era lo mejor que podía hacer en… mi tiempo libre?! En cualquier momento!

Y es que cómo me gustaba fumar. Y cómo disfrutaba de determinados momentos fumando.

Me recuerdo nítidamente fumando en la ventana, en el balcón, en la calle esperando a alguien, en la puerta de la facul o de la biblio, en la cocina de la casa de mis padres, en el salón de mi casa, tomando un café, bebiendo una copa… Y es que cómo me gustaba fumar.

Recuerdo que durante mucho mucho tiempo no sentí que el tabaco me estuviese haciendo daño alguno. Recuerdo que en dos ocasiones (sí, dos), que fui a correr por la Alameda de Santiago tenía yo más resistencia que alguna no fumadora que llevaba al lado.

Recuerdo que fumar era una forma de conocer de gente, de charlar, de esperar acompañado (con un cigarro, por Dios!)…

Recuerdo, y esto es lo que más gracia me hace de todo, que para mí fumar era ser un poco mala. Y como era tan buena tenía una especie de necesidad de que algún vicio ocupase su lugar en mi vida. Me hacía sentir más macarra fumar y me gustaba. Recuerdo que me sentía genial cada vez que encendía un cigarro con esos aires de superioridad y de maldad entremezclados… ¡¡¡Si hasta lo cogía en plan «macho ibérico», como si fuera un porro, estilo Bardem en Jamón, Jamón…!!!

Y un día pensé que quizá ya había fumado lo suficiente. Pensé que el instituto y la facultad ya habían acabado y que quizá ya no tenía esa necesidad de aparentar ser macarra o mala o yo qué sé qué… Y quise dejarlo pero no pude. Y no me gustó no poder pero seguí fumando. No recuerdo las ocasiones ni los motivos que me llevaron a seguir haciéndolo pero seguro que su poder venía inmerso en algún razonamiento del tipo «es viernes… cómo voy a dejar de fumar un viernes???» o «jo, es que el mes que viene tengo esa cena y sin fumar no será lo mismo…» o «con el nuevo año» o » cuando cumpla… años…».

Y seguí, y seguí, y seguí.

Y cada vez se fue haciendo más y más impopular esto de fumar. Pero yo estaba enganchada. Y si a eso le sumas que me gusta fumar y que me moriré, yo creo, con ese gusto, pues qué quieres que te diga.

Y un día empecé a tener tos. Y un día a mi padre le prohibieron fumar el resto de su vida y lleva más de 5 años cumpliendo la orden.

Y un día fui a hipnosis y funcionó, pero solo a medias. Y una excusita como «lo he dejado con mi pareja, tengo que buscarme una nueva casa y volver a empezar» fue suficiente para volver, del todo.

Y un día mi madre dejó de fumar y ya han pasado 2 años. Y un día volví a pensar que esto de fumar ya no molaba. Y un día al gobierno se le ocurrió que fumar en los espacios públicos cerrado tampoco molaba. Y lo prohibieron. Y mis recuerdos de tomar una copa fumando (ojo, este dato es importante) se empezaron a difuminar. Y mis recuerdos de tomar una caña o un café piti en mano se volvieron cada vez más borrosos.

Y mi jefe dejó de fumar. Y mi jefe empezó a comerme la cabeza con lo malo que es el tabaco. Y por aburrimiento empecé a decirle que en agosto lo dejaba. Una y otra vez. «Que síiiiiiiiiii, que en agosto lo dejooooooooo».

Y lo dejé.

Y el día 19, si llego y todo va bien, llevaré tres meses sin fumar.

Y sé que no es mucho pero estoy taaaaaaaaaannnn orgullosa que me apetecía contarlo.

Y, cuidado, a lo mejor vuelvo a fumar. Sí, es probable que lo haga. El día en que al tabaco le cambien el sabor y sepa, yo qué sé, a marihuana! Porque ahora mismo, lo que se dice ahora mismo, pienso en fumar un cigarro normal y corriente de esos que venden en los estancos, hechos o para hacerte tú mismo, y me muero del asco!!!!

En fin, que todo esto venía a que me mola ver cómo vamos creciendo, cómo vamos cambiando de punto de vista sobre algunas cosas (y no sobre otras) y cómo lo que en su día me gustaba y me podía matar mañana ya no lo hará (o sí pero no me habré empeñado en que lo haga…).

Bueno, bueno, bueno… Vaya parrafada! Y todo para decir que me mola mucho mucho tomarme mis cerves de lunes a jueves, y mis cubalibres viernes y sábados……… Llegará un día en el que también decida que el alcohol daña…, mmmmmmmmm…, el hígado, y deje de beber!!!???

Por si las moscas, me voy a poner a buscar un nuevo vicio… Porque alguno tendré que tener! Se admiten propuestas…

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